La ciudad de Orihuela, que no debe confundirse con el balneario de Orihuela Costa en el Mediterráneo, se encuentra a 60 kilómetros de Alicante.
Lo único de Orihuela es el centro de la ciudad medieval con una catedral, palacios, iglesias y abadías.
Estos maravillosos y bien conservados edificios forman el escenario natural de una de las mayores fiestas de la ciudad: el Mercado Medieval.
Es una gran fiesta medieval con cientos de puestos a lo largo de tres kilómetros.

En febrero, el primer fin de semana, Orihuela hace retroceder el reloj cientos de años y acoge una fiesta que devuelve la vida a la Edad Media.
El mercado cubre un área grande que comienza en la catedral con innumerables puestos que venden comida y bebida, baratijas, artefactos, joyas y ropa.
Entre meandros, músicos, tamborileros y agrupaciones desfilan con atuendos cada vez más fantasiosos y entretienen a los visitantes con sus actuaciones.
Al mediodía, encuentras algunos espectáculos fuera del ayuntamiento.

Nadie necesita pasar hambre en esta feria.
Una atracción popular son los lechones asados en un asador.
Los vegetarianos pueden disfrutar de raciones de verduras asadas preparadas con rodajas de patata en enormes recipientes planos, similares a los utilizados para la fabricación de paella.
Canteros demuestran sus habilidades, panaderos y pasteleros, zapateros y tejedores.
Se puede comprar pan con nueces y pasas, pasteles y dulces, especias, quesos y embutidos, vino y aceite de oliva.

Todavía se puede ver el pasado árabe en España.
Por lo tanto, también encontrarás un bazar, completo con camellos, y también puedes ver una bailarina de danza del vientre bailando por la calle con sus músicos.